miércoles, 9 de noviembre de 2011

Daños por consumo excesivo de alcohol aparecen después de los 35 años

 

Ninguno de los cuatro tiene más de 15 años. Sus sonrisas todavía conservan cierto aire infantil, aunque se empeñen en borrar cualquier cosa que los muestre inexpertos, como niños, sobre todo ahora que hablan de alcohol. Es viernes. Los estudiantes de secundaria planean lo que beberán en la fiesta del sábado.
Llevarán cervezas, tequila y quizás ron. Alardean de su experiencia como bebedores y se retan entre ellos, como si se tratara de un juego donde gana aquél capaz de beber más. Están seguros de que su juventud es una especie de escudo protector contra los daños físicos que ocasiona el alcohol. Creen que las consecuencias de tomar cuatro, cinco, ocho o más tragos las resentirán sólo al día siguiente con la resaca. Ni siquiera sospechan que el alcohol que consumen cada fin de semana deja una marca en su cuerpo y, en especial, en su cerebro.
Los cuatro estudiantes de secundaria forman parte de los 392 mil adolescentes, de entre 12 y 17 años, que tienen dependencia al alcohol; entre ellos, 146 mil son mujeres, de acuerdo con cifras del Centro de Integración Juvenil (CIJ). Lo que más preocupa a especialistas es que la edad de inicio en el consumo de bebidas alcohólicas va a la baja: si hace 10 años comenzaban a beber entre los 16 y 18 años; ahora lo hacen a los 14 años. "Incluso, en las encuestas que  hacemos hay quienes dicen que tomaron su primera copa entre los siete y los nueve años", dice Jorge Villatoro Velásquez. Investigador del Instituto Nacional de Psiquiatría y especialista en encuestas sobre adicciones.
Estas cifras, así como las evidencias científicas que muestran los daños que causa el alcohol en los cerebros jóvenes, tienen preocupados a investigadores y médicos, porque observan que en el país crece un ejército de adolescentes que no podrán desarrollar todas sus capacidades cerebrales por culpa del alcohol.
Los estudiantes de secundaria que ahora están en la fiesta de 15 años de su compañera de salón brindan sin disimulo. Chocan sus vasos con singular alegría. El etanol -sustancia responsable de causar la borrachera- llegará a su torrente sanguíneo entre 30 y 90 minutos después. Será entonces cuando comience a circular por todos sus órganos, incluido su cerebro. Un cerebro que está en la etapa de pleno ajuste y eso lo hace más vulnerable. 

Fuente: eltiempo.com

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